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Pruebas de embarazo ¡Más antiguas y extrañas!

  • Foto del escritor: Anette Paniagua
    Anette Paniagua
  • 6 jul 2016
  • 2 Min. de lectura

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Actualmente, es fácil detectar si una mujer está embarazada gracias a las pruebas de embarazo, ya que cada vez estas son más sofisticadas y específicas. Ahora puedes encontrar en la farmacia test de orina en los que no solo dirá si estas embarazada o no, sino que también te dirá aproximadamente cuántas semanas tienes de gestación (en caso de estarlo). Sin embargo, esto no ha sido así de fácil toda la vida, nuestros antepasados utilizaban otras técnicas para determinar si se trataba de un embarazo ya que aún no existían los famosos “test de orina” mucho menos las pruebas sanguíneas. ¡Te invitamos a conocer las pruebas de embarazo más antiguas y extrañas que hayas podido imaginar!

4 Tipos de pruebas de embarazo antiguas:

  1. Prueba del trigo y la cebada: Esta era una prueba de embarazo casera muy utilizada en el Antiguo Egipto, que no solo determinaba un embarazo sino hasta el sexo del bebé. Aproximadamente en el año 1350. A.C. las mujeres tenían que orinar sobre las semillas de trigo y cebada durante varios días, uno de estos tenía que germinar, si lo hacía la cebada significaba que tendría un niño, si era el trigo entonces sería una niña.

  2. Cerveza y vómito: Consistía en que la mujer debía beber una mezcla de cerveza y dátiles y se tendría que contabilizar las veces que vomitaba. Si durante cierto tiempo vomitaba, quería decir que, efectivamente, estaba en cinta.

  3. La cebolla: En la Antigua Grecia se realizaban las pruebas de embarazo con el test de la cebolla. A toda aquella mujer sospechosa de un embarazo se le debía introducir una cebolla o un vegetal de olor fuerte dentro de la vagina de la mujer, si al día siguiente el aliento de la mujer era de cebolla, quería decir que no estaba embarazada, basados en la idea de que el vientre se cierra cuando se está en cinta.

  4. La marca del cerrojo: Esta era sencilla de llevar a cabo. La mujer debía orinar sobre un vaso al cual se le iba a introducir un cerrojo de metal. Pasadas cuatro horas se tenía que tirar la orina, si el cerrojo dejaba marcado el recipiente quería decir que, efectivamente, se trataba de un embarazo.

¿Ya conocías alguna de estas pruebas de embarazo? ¡Qué alivio que no nos tocó vivir en aquellos tiempos, no me imagino realizando la prueba de la cebolla o la del vómito. ¿Conoces alguna otra?

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